“El remanente de 2019 nos permitirá mantener los servicios esenciales que de otra forma no podríamos porque prevemos una bajada de ingresos”
La liquidación del ejercicio económico de 2019 del Ayuntamiento de Aretxabaleta arroja un remanente de tesorería de 2.594.322 euros que, según avanza el alcalde, Unai Elkoro, servirá para mantener “los servicios esenciales que de otra forma no podríamos, porque prevemos una bajada de ingresos”. El impacto del coronavirus obligará al Consistorio a ajustar el presupuesto municipal para este año, con el objetivo de marcar prioridades y responder a las necesidades que generen los efectos económicos de la crisis sanitaria del Covid-19.
El primer edil explica que las cuentas públicas de 2020 se elaboraron “en unas condiciones que no son las actuales, ni lo van a ser previsiblemente de cara a futuro”, y ello “obliga a hacer una actualización para que estas sean un instrumento válido que dé respuesta a la nueva situación”. Según advierte Elkoro, se espera una bajada de en torno a un “20-25%” en los ingresos procedentes del Fondo Foral de Financiación Municipal, que supone el 50% del proyecto presupuestario del Ayuntamiento. “Calculamos recibir entre 1 y 1,5 millones de euros menos de lo previsto y eso supone más del 10% del presupuesto inicial”, recalca el alcalde.
Elkoro afirma, en cualquier caso, que las arcas locales pueden “hacer frente a esta bajada” del Fondo Foral gracias al “ahorro generado” en los ejercicios económicos de los dos últimos años para poder abordar distintas inversiones. Sin embargo, insiste en que habrá que “revisar todas las actuaciones previstas y ajustar las diferentes partidas económicas, que nos condicionará no solo este año, sino toda la legislatura”.
RETRASO EN EL INICIO DE ALGUNAS OBRAS
La liquidación de las cuentas de 2019 deja un remanente de más de 3,3 millones de euros, de los que 738.840 euros están comprometidos con actuaciones en marcha o pendientes de ejecución, como es el caso de la conclusión del paseo peatonal que bordea la margen izquierda del río Deba y el bidegorri de Santakurtz. Quedan otros 2.594.322 euros que, tal y como recuerda el regidor atxabaltarra, estaba previsto destinar a dos proyectos de envergadura: las obras de reurbanización de la calle Santakurtz y la reconversión del antiguo convento en un centro social para mayores.
Ante el nuevo escenario, Elkoro reconoce que estas obras, al igual que otras, sufrirán “un retraso”. “La reurbanización de Santakurtz no se iniciará este año y en el caso del proyecto del convento dependerá de las medidas que adopte el departamento de Salud en torno al nuevo ambulatorio”, añade el alcalde.
Esta modificación presupuestaria, según asegura Elkoro, no afectará “a los servicios esenciales que ofrece el Consistorio y que vamos a mantener”. “Una vez de conocer la situación real tras levantarse el estado de alarma, habrá que establecer nuevas prioridades y dirigir los recursos municipales a atender las necesidades detectadas en el pueblo”, recalca.
Así, mientras algunos proyectos previstos inicialmente tendrán que esperar, otros, por el contrario, sí se llevarán a cabo como es el caso del bidegorri que se construirá este año en la calle Santakurtz.
El Ayuntamiento se prepara para hacer frente a las consecuencias del día después del confinamiento. Entre otras medidas, trabaja ya en la puesta en marcha de ayudas para el pequeño comercio, la hostelería y los profesionales liberales, además de en otras acciones encaminadas a reactivar la economía en el municipio.