Txino dantza (Aratusteetan)
Es un baile que tiene sus orígenes en Aretxabaleta. Aunque no se celebró durante años desde después de la guerra civil (desde 1934, según datos que hemos obtenido) en 1975 se recuperó la tradición, manteniendo la música y la indumentaria, pero no la letra, ya que la anterior era en castellano.
Este baile exige una ropa especial y concreta: una túnica blanca (lo que antiguamente era un camisón), la cabeza cubierta por un gorro o un pañuelo anudado, y en los pies, calzado que se usaba antiguamente, abarcas, alpargatas…y calcetines de distinto color. Además se lleva la cara manchada de carbón.
Este baile tradicional lo bailan el domingo de carnaval los chicos y chicas que ese año son Santa Ageda neska-mutilak el domingo de carnaval. Por diversos motivos, del año 2002 en adelante el baile se realiza a las 12:30. Y aunque en un principio el baile solo lo realizaban los chicos, a partir de 1998 las chicas también participan en él.
El grupo de baile está formado por 12 miembros y realiza el siguiente itinerario: salida del Ayuntamiento, da la vuelta en la calle más lejana, y regresa al viejo molino (lugar donde se sitúa hoy en día el Centro de Salud). Esto es, salir del Ayuntamiento, pasar por la calle Durana, dar la vuelta en la farmacia de la calle Mitarte y volviendo por el mismo camino, finalizar en el mismo punto en el que comenzó.
Canción
Por otra parte, los dantzaris van acompañados por una banda completa de txistularis: primer txistu, segundo txistu, silbote y atabales. Todos ellos interpretan una diana especial de carnavales.
Mientras bailan cantan la siguiente canción:
TXIN TXIN, TXIN TXIN
MAHATSA HELDU GABE DAGO
TXIN TXIN, TXIN TXIN
BAINA HELDUKO DA
TXIRIBITO TA ANDREA
JOAN ZIREN JATERA
TXIRIBITO HASERRETU TA
BOTA ZUN LAPIKU
Siguiendo la tradición y para dar fin a la fiesta, desde el año 1987, el martes de carnaval se realiza el entierro del Txin. En este acto, hacia las 20:00 horas los atxabaltarras se reúnen en la calle Mitarte vestidos de luto riguroso y llevando una vela en la mano.
Acompañados por la marcha fúnebre, los Santa Ageda neska-mutilak de ese año llevan el ataúd hasta la plaza del pueblo. En la misma plaza, y mientras se quema el ataúd, la gente arroja las velas encima del féretro.